HIGADO ENCEBOLLADO

 

   Ah!!! esa gran desconocida para las nuevas generaciones, la casquería.

   Comprendo que no sea deleite de muchos, quizás no sea lo más sofisticado comer casquería en los tiempos que corren, pero sin duda la casquería está llena de nutrientes necesarios para una buena alimentación.

    Entiendo que no sea muy sofisticado pedir casquería, por ejemplo, en una comida de negocios o en una cena romántica pero seguro que el futuro está cargado de nuevas fuentes de inspiración para ella. De momento tenemos platos deliciosos como la oreja a la plancha, los callos, el hígado encebollado, los higaditos de pollo a la plancha, un rico foie...

     La casquería siempre ha sido un recurso alimenticio, fuente de proteínas muy económico. Se ha usado de siempre por ser una fuente de fósforo, vitamina k y B12, que ayuda al buen desarrollo de los músculos, la prevención de anemia y, a falta de solomillos , buenas son proteínas de cualquier tipo.

     Seguro que no conozco a muchos críos a los que les "pirren" los callos o que le apetezcan comer hígados o sesos en tortilla pero es positivo que lo tomen, pero bueno, a falta del gusto por la casquería pueden tomar un buen bocadillo puede ser la solución.
   

HIGADO ENCEBOLLADO

Ingredientes:

- 750 gr de hígado de cerdo troceado
- 1 cebolla y media
- 1/2 vaso de vino blanco
- Sal
- Pimienta
- 2 hojas de laurel
- Aceite de oliva

Elaboración:

1. Dora el hígado troceado en aceite de oliva. Reserva.

2. Pela y corta en brunoise pequeña las cebollas. Pocha en la sartén donde doraste el hígado. cuando esté pochada añade el hígado y sofríe fuerte. Sofríe todo junto.

3. Deja que se evaporen los líquidos y añade el vino blanco, la sal, la pimienta y la hoja de laurel.

4. Deja cocinar hasta que esté tierno. Aproximadamente media hora.